La Cofradía penitencial de la Quinta Angustia y Soledad de Nuestra Señora encarga en 1664 la construcción de un salón para guardar sus pasos procesionales de La Crucifixión y El Descendimiento (s. XVII).
Edificio que mantiene hoy esta función, aunque en 1918 el salón se convierte en capilla, instalándose entonces un pequeño retablo con imagen de Jesús atado a la columna (siglo XVI)
Consta de un único espacio de planta rectangular, cubierto en el interior con viguería. En la fachada de cantería se abre una puerta de dos hojas y a los lados vanos circulares
Desde ella, cada tarde de Viernes Santo siguen saliendo los “Pasos Grandes”, los monumentales conjuntos de La Crucifixión y El Descendimiento, protagonizando uno de los momentos más espectaculares de la Semana Santa de Medina de Rioseco.